El domingo 15 de agosto llegamos a Kuranda, no muy lejos de Daintree. Este pueblo es muy conocido y visitado por los turistas que vienen a comprar a las tiendas de artesanía y recuerdos y a visitar sus atracciones turísticas. Es un lugar lleno de gente por las mañanas que se convierte en un pueblo fantasma a partir de las 15 h, cuando las tiendas cierran y todo el mundo se va.
Sólo los que buscan algo diferente a ir de compras se adentran para conocer otras maravillas que ofrece esta localidad y sus alrededores y anelan encontrar el preciado casuario.
Nuestro alojamiento en Kuranda estaba a las afueras del pueblo, en medio de la selva, y no exageramos al decir que estaba en medio. El jardín era pura selva, nada de cesped y setos cuidados, estaba exáctamente como el resto de montaña, es un lugar donde han respetado la vegetación tal y como la encontraron cuando empezaron a construir la casa. Y como la flora era todo selva también lo era su fauna, no era muy necesario ir en busca de animales ya que en los alrededores de la construcción encontrabamos de todo, incluidos los casuarios.
Las vistas desde nuestro balcón daban a la selva. Por la mañana tenías la impresión de que está lloviendo, oyes el agua caer a través de las hojas, estás en la selva lluviosa.
Después de tanto buscar, el sitio más fácil para ver al casuario era la selva del alojamiento, para verlo ... pero a distancia ... que el bicho tiene un carácter complicado, puede atacar ... y pesa unos 60 Kg y mirad que patas tiene !!! poca broma !!!
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