viernes, 8 de octubre de 2010

Volver

Volvemos a casa. Tres aviones, de Brisbane a Hong Kong, de aquí a París y de París a Barcelona, 17.000 km por delante. Por suerte los dos primeros vuelos tenían pantalla individual que ayuda a pasar el tiempo más rápido y para los que nos mareamos y no podemos leer en el avión es un invento genial.
En el trajecto vistas de agua, nubes, campos, pueblos, ciudades ... y la impresionante cordillera del Himalaya.

Ven a Australia!

En el otro lado del mundo te esperan fantásticas aventuras, playas con tiburones, con peligrosas corrientes,
ciclones,
medusas peligrosas,
aguas no muy recomendables,
Por no hablar de la singular fauna del pais que se puede cruzar en tu camino, como no podía ser de otra manera, cuidadín con los canguros,
o con las tortugas,
o con los casuarios,
y con los dulces koalas,
cuidadín con el chucho,

and the winner is ... the crocodile ... te ha quedado claro que hay unos cuantos?



Ven a Australia, toda esta fauna merece la pena, o no han molado las fotos que hemos ido colgando en el blog durante todo el viaje?

Gastronomía australiana

No conocemos la cocina australiana, por allí abajo lo que más abunda son restaurantes asiáticos. Hay quien prueba la carne de los tres animales más abundantes en este país, el emú, el cocodrilo y el canguro, casi siempre sirven la carne rebozada, debe perder parte de la gracia porque el rebozado no debe dejar apreciar bien el gusto. La carne de emú dicen que es sosa, la de cocodrilo parecida a un marisco, o a sepia, la carne de canguro dicen que es deliciosa, parecida a la carne de potro.
Para los que no podemos  probar esta carne porque al verla vemos la cara del pobre bicho mirándonos, incluido el cocodrilo aunque tenga cara de malo, es genial poder descubrir que en Australia hay unas frutas buenísimas y rarísimas.
El primer lugar donde probamos fruta fué en el bed & breakfast de Daintree. Algunas de las frutas del desayuno ya las conocemos, otras cada vez se conocen más en casa como es el caso del maracuyá y otras fueron un gran descubrimiento como el black sapote, también conocido como chocolate pudding fruit, es la fruta de color negro que está en la parte inferior del plato, con una textura idéntica a la del chocolate espeso pero con sabor a fruta.
En algunas zonas que hemos visitado también es frecuente que en zonas agrícolas haya heladerías donde sirven helados y batidos hechos con las frutas de sus árboles.
Y tal afición le cogí a la fruta, y eso que en casa no la pruebo, que me convertí en una excéntrica turista que se paseaba por la sección de frutas de los supermercados con la cámara de fotos en mano. No sé a que saben la mayoría pero ya sólo por su forma me llamaron la atención.


De nuevo en la ciudad

Brisbane es la tercera ciudad más grande de Australia, capital del estado de Queensland. La ciudad no tiene ningún monumento destacable pero bien vale la pena visitar este lugar, es agradable, con parques y jardines impresionantes y donde la gente disfruta de sus calles, sus terrazas, cafés y restaurantes. 
Ayuntamiento de Brisbane
Jardines en el centro de la ciudad con baobabs en su paseo central
Ibis en jardines y calles de la ciudad
Parque botánico
Puente de Goodwill atravesando el río Brisbane
Playas artificiales en el centro de la ciudad
Río Bribane y skyline de la ciudad
La ciudad de noche
En nuestro segundo día de la ciudad hicimos una escapada hacia Daisy Hill Koala Sanctuary, un lugar a 25 Km de Brisbane, habitat protegido para los koalas. Hay senderos rodeados de eucaliptus donde se pueden encontrar koalas pero la verdad es que es una tarea difícil, los árboles son demasiado altos y nosotros no tuvimos suerte. Nos tuvimos que contentar con ver un par de preciosidades en el centro de recuperación Koala Information Centre que esperamos que un mes más tarde ya estén totalmente recuperadas.
Empleamos nuestro tiempo a tope y en vez de quedarnos deambulando por la ciudad apuramos hasta el último minuto en nuestro último día en Australia. Unas horas antes de coger el avión de vuelta, nos fuimos de excursión a Moreton Island National Park, un lugar donde también nos hubieramos quedado mínimo un día más.
Pelícanos en la playa de Tangalooma, en Moreton Island
Playas impresionantes, qué duro fué irse de aquí !!!
Mmmm, vimos delfines, vimos tortugas. Mmmm, ya sé que me repito, pero qué duro fué irse de aquí !!!

Where is the dog?

Fraser Island es la isla de arena más grande del mundo, considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es imposible recorrerla en un coche que no sea 4 x 4 por lo que la opción más sencilla para nosotros, que sólo ibamos a pasar un par de dias en la isla, era contratar una excursión que nos llevara a los sitios más conocidos de la isla.
A lo largo de sus playas andamos arriba y abajo en busca de dingos, perros salvajes descendientes del lobo asiático. Huellas encontramos muchas pero los perros brillaban por su ausencia.
La isla posee una densa vegetación. Entre la selva hay senderos para recorrer a pie o en coche
El lago McKenzie es uno de los más grandes e impresionantes de la isla. En verano debe estar a rebosar de gente pero en esta época del año es un privilegio visitarlo.
Los restos del SS Maheno también se ha convertido en una atracción turística
Puesta de sol en Fraser Island
Por suerte, no nos fuimos de la isla sin ver al tan buscado dingo. Aunque visto desde un coche y de forma rápida, pudimos ver por fin al perro

Gigantes del mar

Nuestra visita a Hervey Bay fué más interesante de lo que esperabamos. Era un lugar de paso, de descanso antes de partir hacia Fraser Island, con una salida en barco para ver ballenas como ya hemos hecho varias veces en otros lugares del mundo. Lo que no esperabamos es que pudieramos verlas mejor que nunca y que nos obsequiaran con su presencia durante mucho rato alrededor del barco. Ver a estos enormes cetáceos y la emoción que producen en la gente es un espectáculo imposible de olvidar.





Visitas exprés

Australia es muy pero que muy grande. Nos hubiera gustado pasar más de un día en todos los sitios que visitamos pero no fué posible por falta de tiempo así que en algunos lugares sólo estuvimos de pasada. Fueron unos dias de visitas rápidas y bastantes kilómetros de carretera por hacer.
El martes 17 de agosto llegamos a Yungaburra, cerca de Kuranda. Es un lugar interesante por las cascadas que hay en la cercana localidad de Millaa Millaa y por la posibilidad de ver ornitorrincos. La visita, aunque rápida, valió la pena ya que lo vimos todo: las cascadas y al ornitorrinco.
Cascadas Millaa Millaa

Cascadas Ellinjaa

Cascadas Zillie
El miércoles 18 de agosto llegamos a Magnetic Island. Tras una mañana de coche y con la presión de tener que coger un ferry a las 14 h, llegamos a la isla. El tiempo volvía a portarse mal y de nuevo algo de lluvía. Nuestro objectivo: ver koalas. Resultado: objectivo cumplido, vimos UN koala. Eso ya sirve, no? Animalillo tierno digno de ser achuchado, estaba bien arriba en un árbol y el día gris no ayudó mucho para verlo y fotografiarlo pero menos es nada. Magnetic Island es un lugar muy interesante, no sólo por los koalas, también por sus playas y por las rutas que se pueden hacer.
El jueves 19 de agosto llegamos a Eungela. Otra vez madrugón, ferry, carretera y más carretera en una inmensa planície atravesada continuamente por las vias de los trenes que recogen las cañas de azúcar de los campos y de repente te encuentras  una montaña y sus empinadas carreteras hasta llegar a Eungela. También conseguimos nuestro objectivo, volver a ver al ornitorrinco y esta vez muy bien visto. Otro lugar al que merece la pena volver.

En la selva

El domingo 15 de agosto llegamos a Kuranda, no muy lejos de Daintree. Este pueblo es muy conocido y visitado por los turistas que vienen a comprar a las tiendas de artesanía y recuerdos y a visitar sus atracciones turísticas. Es un lugar lleno de gente por las mañanas que se convierte en un pueblo fantasma a partir de las 15 h, cuando las tiendas cierran y todo el mundo se va.
Sólo los que buscan algo diferente a ir de compras se adentran para conocer otras maravillas que ofrece esta localidad y sus alrededores y anelan encontrar el preciado casuario.
Nuestro alojamiento en Kuranda estaba a las afueras del pueblo, en medio de la selva, y no exageramos al decir que estaba en medio. El jardín era pura selva, nada de cesped y setos cuidados, estaba exáctamente como el resto de montaña, es un lugar donde han respetado la vegetación tal y como la encontraron cuando empezaron a construir la casa. Y como la flora era todo selva también lo era su fauna, no era muy necesario ir en busca de animales ya que en los alrededores de la construcción encontrabamos de todo, incluidos los casuarios.
Las vistas desde nuestro balcón daban a la selva. Por la mañana tenías la impresión de que está lloviendo, oyes el agua caer a través de las hojas, estás en la selva lluviosa.Después de tanto buscar, el sitio más fácil para ver al casuario era la selva del alojamiento, para verlo ... pero a distancia ... que el bicho tiene un carácter complicado, puede atacar ... y pesa unos 60 Kg y mirad que patas tiene !!! poca broma !!!
No sólo nos centramos en Kuranda. También visitamos otras zonas de alrededor como el pueblo de Maareba, que resultó ser un lugar muy interesante. En la zona de Mareeba Wetlands vimos pájaros, algún canguro, wapitis y emús como el de la foto.
El mejor sitio para ver canguros en masa resultó ser un campo de golf, les gustan estos sitios. Aquí viven como reyes, hierba de primera, no se meten con ellos, buena vida, sólo se han de preocupar de esquivar las pelotas que lanzan algunos jugadores poco hábiles.


Criaturas de la noche, cuando el sol se oculta algunos animales están en plena actividad